Últimamente la televisión cada día me sorprende más. No porque esté llena de contenidos brutalmente buenos, nada más lejos de la realidad, salvo raras excepciones, sino porque me deja sin habla. Es como cuando vamos por la calle con nuestras cosas en la cabeza, nuestros planes, pensando en qué voy a hacer para comer o si tengo que llamar a fulanita para contarle lo de la fiesta del otro día y PUM. Oyes un frenazo y ves unos pies que salen de debajo de un coche. Pues eso que te quedas nokeado. Últimamente me pasa eso con la tele.
Ahora acaban de comunicar que Cabano, el prota de F o Q de unos 18 años, al que en la serie le acaban de diagnosticar cáncer va a estar toda la siguiente temporada con la enfermedad. Espero que no sea cierto, a mí la verdad es que me da muy mal rollo. Ver al más mono de la serie calvo y a sus compañeros con tramas cómicas entre ellos, pues no me mola mucho. Lo que menos te apetece es llegar a casa y ponerte a ver dramas. Cada uno seguro que tiene el suyo particular en casa o en la casa de al lado. La tele era entretenimiento antes, ahora parece que las dósis de realidad están ganando terreno.
Y sino mirad a Mayra Gómez Kemp, una maestra de la tele y esta mañana la veo en Ana Rosa muy desmejorada y habiendo superado un cáncer de lengua. Ya nunca hablará como antes, aunque ha luchado como una jabata. Pues eso, que abogo por una tele de entretenimiento, que para dramas ya tenemos los nuestros...En fin, que no somos nadie... y hasta aquí puedo leer.
Ahora acaban de comunicar que Cabano, el prota de F o Q de unos 18 años, al que en la serie le acaban de diagnosticar cáncer va a estar toda la siguiente temporada con la enfermedad. Espero que no sea cierto, a mí la verdad es que me da muy mal rollo. Ver al más mono de la serie calvo y a sus compañeros con tramas cómicas entre ellos, pues no me mola mucho. Lo que menos te apetece es llegar a casa y ponerte a ver dramas. Cada uno seguro que tiene el suyo particular en casa o en la casa de al lado. La tele era entretenimiento antes, ahora parece que las dósis de realidad están ganando terreno. 
Y sino mirad a Mayra Gómez Kemp, una maestra de la tele y esta mañana la veo en Ana Rosa muy desmejorada y habiendo superado un cáncer de lengua. Ya nunca hablará como antes, aunque ha luchado como una jabata. Pues eso, que abogo por una tele de entretenimiento, que para dramas ya tenemos los nuestros...En fin, que no somos nadie... y hasta aquí puedo leer.
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